Un turista estadunidense murió y su esposa fue hospitalizada tras ser electrocutados en un jacuzzi de un hotel de Puerto Peñasco, en Sonora, a principios de esta semana, un incidente que provocó que la familia demandara al centro turístico por muerte por omisión y negligencia, indicaron el sábado sus abogados.
Lizette Zambrano, la mujer de 35 años que resultó gravemente herida, presentó el viernes la demanda por un millón de dólares en daños y perjuicios contra los operadores del centro turístico, con sede en Estados Unidos, desde su ciudad natal de El Paso, Texas, días después de ser sacada de un jacuzzi en el poblado turístico de Puerto Peñasco, a una hora de distancia al sur de la frontera.
Los acusados, el proveedor de propiedades vacacionales en renta Casago International y la empresa de viajes High Desert Travel, ambos con sede en Arizona, no respondieron a una solicitud de comentarios sobre la demanda, que los hace responsables del cableado eléctrico defectuoso en el jacuzzi que provocó la electrocución de la pareja y la muerte de Jorge Guillén, de 43 años.
Además de no prevenir ni advertir a los huéspedes sobre los riesgos del jacuzzi, los gerentes del centro vacacional tampoco reaccionaron con suficiente rapidez ante la emergencia, se indica en la demanda.
La tragedia ocurrió cuando Zambrano, Guillén, su esposo, y otros familiares llegaron el martes al Sonoran Sea Resort, un complejo de condominios de gran altura, a pasar sus vacaciones, se lee en la demanda. Zambrano y Guillén fueron a jacuzzi para mirar la puesta de sol en el mar.
Ignoraban que una corriente eléctrica se desplazaba por el agua del jacuzzi.
“Es absolutamente aterrador”, dijo el sábado a The Associated Press Tej Paranjpe, abogado del bufete PMR law, con sede en Houston.
Cuando Guillén puso el pie dentro del jacuzzi, la corriente lo sacudió. Cayó contra un circuito de corriente directa y rápidamente quedó atrapado bajo el agua.
Zambrano saltó para rescatar a su esposo y también fue sacudida y succionada por la corriente, de acuerdo con la demanda. En un video del incidente, grabado con un teléfono celular, se muestra la terraza de la piscina en caos, mientras los huéspedes gritaban y corrían para tratar de ayudar a la pareja antes de darse cuenta del peligro del agua del jacuzzi.
Aunque un huésped logró sacar a Zambrano del agua, los esfuerzos para sacar a Guillén con palos y distintas herramientas de metal sólo provocaron que más y más personas sufrieran choques eléctricos, se lee en la demanda.
“No hubo ni un solo miembro del personal que hiciera algo al tiempo que Jorge recibía descargas continuamente, una y otra vez, bajo el agua”, dijo Paranjpe.
Pasaron 10 minutos, señalaron los abogados de Zambrano, antes que los trabajadores del centro vacacional respondieran a los gritos de ayuda de los vacacionistas. Finalmente, el gerente logró sacar a Guillén del fondo del jacuzzi, pero ya era demasiado tarde.
Zambrano fue trasladada en helicóptero a Phoenix, Arizona, y fue dada de alta del hospital el viernes.
La Fiscalía de Sonora informó que los investigadores indagaban “el origen de la falla eléctrica” y que realizarán visitas de campo en los próximos días.
Las electrocuciones en jacuzzis debidas a un cableado eléctrico deficiente bajo el agua y bombas averiadas son infrecuentes, pero los expertos advierten que se requiere vigilancia para garantizar que el equipo tiene un mantenimiento adecuado.
Entre 2002 y 2018, la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos reportó 47 incidentes relacionados con lesiones o muerte en jacuzzis, piscinas y balnearios en el país.
Proceso Noticias
Historia de AP