México.-“Descansa campeón, que todo está bien. Mi niñito, mi bebé adorado”, esa fue la letra de la canción con la que los papás de Adriel le dieron el último adiós en el cementerio, luego de que el niño de 11 años perdiera la vida por ser víctima de presunto bullying al interior de la escuela primaria “Benito Juárez” en Santiago de Anaya, Hidalgo.
Un féretro blanco, una fotografía enmarcada en un cuadro café, flores y globos sustituyeron las risas y juegos de Adriel en su casa. Este día abandonó su hogar, ese que por 11 años lo acogió hasta el jueves 7 de marzo en que salió a su escuela.
No era la primera vez que presuntamente era víctima de bullying, hecho que ya había denunciado con anterioridad, pero ese jueves sus agresores no se limitaron a exigirle dinero, sino que también lo golpearon. “Me dieron de patadas papá”, diría en un instante de conciencia antes de desmayarse por un dolor de cabeza que era insoportable y por el cual se jalaba el pelo.
Poco antes del mediodía del jueves, Adriel llegó a su domicilio. Lo llevaba el director Rufino Jiménez quien dijo a su madre que dos de sus compañeros lo habían empujado y se había fracturado el hombro para posteriormente irse sin prestar mayor auxilio.
Adriel recibió atención médica pero su estado de salud se agravó y el martes pasado lo declararon con muerte cerebral. Traumatismo craneoencefálico grado III severo, hematoma subdural izquierdo, así como fractura de clavícula fueron las lesiones que presentaba el menor.
Ese mismo día por la noche, Adriel perdió la batalla por la gravedad de sus lesiones.
El padre de Adriel señaló que la comunidad y sus vecinos los arroparon y les dieron el apoyo que las autoridades les han negado.
Desde el primer momento, la familia de Adriel ha declarado que este sufría de bullying y constantemente era molestado por sus compañeros, quienes lo golpeaban si no les daba dinero.
Hasta el momento, las autoridades de educación solo se han limitado a señalar que lo ocurrido fue un accidente y que será la Procuraduría de Justicia la que determine las causas de este fallecimiento. En tanto, el director, así como la profesora se encuentran suspendidos.
La comunidad exige justicia para Adriel. Este día su pueblo le lloró mientras que su padre aseguró que la promesa que le hizo de que su muerte no quedaría impune la sostendrá hasta el último momento.