En una situación que ha capturado el interés de varios internautas y que inició un importante diálogo sobre el equilibrio entre los derechos de los padres y la participación del estado en temas relacionados con el género y el bienestar de los menores, la familia Kolstad, proveniente de Glasgow, Montana, Estados Unidos, se encuentra en medio de una compleja situación legal y emocional.
Todd y Krista Kolstad han enfrentado momentos difíciles en su vida familiar tras la decisión de los Servicios para niños y familias (CFS) de retirarles la custodia de su hija Jennifer, de 14 años (nombre modificado por petición de la familia), quien había manifestado su intención de realizar una transición de género.
¿Por qué perdieron la custodia?
La historia comienza en agosto de 2023, cuando los Kolstad recibieron una llamada alarmante indicando que Jennifer había confiado en amigos de la escuela su intención de suicidarse. La respuesta inmediata de los Servicios de Protección Infantil (CPS) fue realizar una visita nocturna a la residencia familiar para evaluar la situación.
Durante esta intervención, se identificó que Jennifer estaba luchando con su identidad de género, lo que, según los trabajadores sociales, contribuía a su estado emocional y psicológico.
Los desafíos de la familia Kolstad con el sistema estatal tomaron un giro drástico cuando los Servicios para Niños y Familias (CFS, por sus siglas en inglés) decidió retirarles la custodia de Jennifer, argumentando que los padres no estaban dispuestos o eran incapaces de brindar el tipo de apoyo médico y emocional que Jennifer necesitaba durante su transición de género.
Esta acción ha llevado a los Kolstad a una lucha pública y legal por los derechos sobre el cuidado y la crianza de su hija, alegando que la decisión ha “destruido” su núcleo familiar y “pisoteado” sus derechos como padres.
La intervención del estado en este caso ha levantado serias preguntas sobre la línea entre la protección del bienestar del menor y la invasión del derecho de los padres a tomar decisiones médicas y de vida por sus hijos.
Aunque la oficina del gobernador de Montana, Greg Gianforte, ha defendido las acciones de los trabajadores del CFS, subrayando que el estado no retira a los menores con el fin de facilitar servicios de transición de género, la situación de los Kolstad sugiere una complejidad en la aplicación de estas políticas que ha causado un gran trastorno emocional y divisiones dentro de la familia.
¿Qué pasará con Jennifer?
Después de ser retirada de su hogar, Jennifer fue enviada inicialmente a un centro de atención residencial en Wyoming, especializado en el cuidado de jóvenes en transición de género, una decisión que sus padres encontraron particularmente alarmante dada la capacidad de los menores en ese estado de recibir atención de afirmación de género sin el consentimiento parental.
Posteriormente, Jennifer fue trasladada a un hogar grupal de Youth Dynamics en Montana, donde se ha permitido que viva de acuerdo con su identidad de género expresada, una situación que los Kolstad dicen que va en contra de sus deseos y la mejoría de su hija.
La narrativa de los Kolstad ilustra el dolor y la complejidad que pueden surgir cuando las familias se enfrentan a desafíos relacionados con la identidad de género de sus hijos, especialmente cuando intervienen entidades estatales con sus propias interpretaciones de lo que constituye el mejor interés del menor.
Mientras Krista Kolstad expresa su amor incondicional por su hija y su deseo de que se abstenga de tomar decisiones permanentes hasta que tenga la madurez para comprender completamente sus implicaciones, la familia se enfrenta ahora a la posibilidad de que Jennifer sea enviada con su madre biológica en Canadá, una mujer que, según