Internacional.-En un hito de la medicina moderna, un equipo de cirujanos extrajo un enorme clavo de la cabeza de un hombre, quien se había disparado con una pistola de clavos, sobreviviendo milagrosamente del daño provocado.
Los hechos ocurrieron en el Hospital Sultanah Bahiyah de Alor Setar, en la costa occidental de Malasia, a donde llegó la víctima sumamente adolorida y sangrante por la herida en el rostro.
De acuerdo a una revista médica del país asiático, el hombre comentó a los médicos como había estado trabajando en una obra de construcción y no llevaba gafas protectoras mientras utilizaba la pistola de clavos. Después de que la herramienta eléctrica se atascó, miró directamente hacia el cañón del arma para comprobarlo y luego la descargó por error.
Quedando momentáneamente ciego, el paciente fue trasladado de emergencia al nosocomio, donde se comprobó que su globo ocular izquierdo había sido rozado por el clavo a tan solo milímetros de distancia, pero aún así, penetró en la sección frontal de su cerebro, fracturándole la cuenca.
Las radiografías y las tomografías computarizadas de su cráneo mostraron que el clavo había penetrado el lóbulo frontal del cerebro, un área vital para el movimiento y el lenguaje, al igual que una profusa hemorragia que se estaba distribuyendo por todo su cráneo internamente.
El hombre fue llevado de urgencia a una cirugía, donde los médicos retiraron con éxito el clavo en una sola pieza, junto con el tejido dañado, cosieron la herida y repararon su párpado. Tras cinco días internado, logró sobrevivir al procedimiento satisfactoriamente.
Sin duda este caso es un recordatorio importante de llevar las medidas de seguridad en trabajos de alto riesgo, pues de hacerlo, se pueden evitar serios accidentes, como el del trabajador que se disparó en el ojo con una pistola de clavos.
Con Información de Comunicado