México.-Luego de que le dieran más de 20 años de prisión al policía de Cuautitlán Izcalli que participó en la desafortunada muerte de Octavio Ocaña, parece que por fin las cosas alcanzan vagamente el camino de la justicia. El padre del actor de Vecinos, Octavio Pérez, asegura que fueron años de lucha y que apenas una persona fue encontrada culpable, mientras que otra sigue libre e impune.
El camino ha sido tan complicado que cualquier resolución sabe a poco. Aseguró que tras ganar el caso probablemente reciba grandes sumas de dinero como compensación, además de ver a alguno de los culpables tras la rejas. Sin embargo, no existe compensación suficiente. Lo único que le gustaría es recibir otro beso de su hijo.
“Ya nunca vas a estar feliz porque nos queda algo claro, para reparar el daño nos van a dar mucho dinero, no me interesa; yo quisiera un abrazo y un beso de mi hijo, es lo que me importa. Nos costó dinero, nos costó tiempo”, declaró a Milenio.
El proceso ha sido tan complicado que ahora Octavio Pérez, el padre del actor, confirma que probablemente se trabaje en una especie de libro que cuente todo el proceso que sufrió la familia en la búsqueda de justicia.
“Vamos a hacer un libro con una periodista, estamos viendo eso. Quiero hacer un documental”, reveló.
La idea no es victimizarse, ni victimizar el caso, sino también exponer lo complicado que resulta encontrar respuestas en este país. Pérez continuó explicando que fueron años de tocar puertas que se cerraban frente a su cara. No obstante, importar los resultados, su hijo no volverá.
“Fueron dos años de angustia y de lucha. De abrir la puerta cuando te cerraban otra, de este tipo de problemas que existen en este país. Las pruebas es que está uno prófugo, uno sentenciado”, añadió.
Finalmente, luego de algún tipo de resolución por parte de la justicia, la familia del difunto actor por fin tiene el sentimiento de llorar la pérdida. Quizás la realización del libro y el documental sean parte de sanar la herida, aunque sea un poco.
“Quisiera abrazarlo y besarlo, era lo que más quería. Como padre luché y creo que ya es tiempo de estar en paz, de echar una lágrima. No sé qué voy a hacer, pero me voy a distraer. Es muy difícil perder un hijo”, dijo con tristeza.