Es cierto que cada quien es libre de escoger al animal de compañía que más le agrade, pero hay situaciones que simplemente superan la imaginación colectiva. Si ya se ha visto de todo: desde mascotas exóticas como el puerquito de George Clooney o el pato que se hizo viral en el metro de la CDMX, hasta el insólito lagarto que intentó presenciar un juego de béisbol la semana pasada. Pero, ¿un pez? Sí, leyó bien.
El mundo al revés
En una escena que parecía sacada de una película de ficción, la tarde del sábado, un pez dorado “paseaba” por las inmediaciones de la plaza Nuevo Mexicali. No, el pez no se desplazaba por sí solo. Lo hacía dentro de una pecera transparente en ruedas, jalada por una joven que le había colocado, para añadir más surrealismo a la escena, una correa.
Las reacciones en las redes no se hicieron esperar, oscilando entre el asombro, el humor y la crítica. Las fotografías, cortesía de Javier Gallegos, muestran a la joven, totalmente indiferente a las miradas incrédulas de los transeúntes.