Ciudad Juárez.-El nombre de esta madre nicaragüense era Sayra Xiomara, tenía 43 años de edad, era una madre migrante que partió de este mundo mientras su hijo de once años presenciaba todo; ella moría aplastada por el tren de Ciudad Juárez, pero deja un sueño a sus hijos que le sobreviven.
De su familia queda su hijo de once años que presenció todo el suceso mortal, otro hijo mayor de edad casado y con una hija pequeña. Todos vivían con ella en Ciudad Juárez.
El sueño de la madre migrante, Sayra Xiomara, era que todos ellos juntos llegaran a Estados Unidos pero por la vía legal y ya habían hecho la aplicación por medio de la CBPOne. Ella no quería arriesgar a su familia cruzándolos de forma ilegal.
El pequeño hijo de nombre Delsram Torres Alemán, menciona: “No sé ni como paso, al ver esa escena me devasté”, refiriéndonos a qué observaba cómo su madre estaba acorralada entre las vías del tren luchando por mantenerse con vida.
Yo pensé que mi madre estaba viva
Agrega en un total estado de consternación: “Y sí, sí estaba; porque cuando yo llegué tenía la sábana blanca y…”
…miré que estaba moviendo su bracito
¿Cómo sucedió el fatal accidente?
El tren se detuvo impidiendo el paso a los que estaban buscando cruzar, pero estaba detenido así que Sayra Xiomara subió al tren para pasar al otro lado e ir a su trabajo.
En ese momento, el tren se movió y Sayra Xiomara cayó al suelo quedando atrapada entre las vías del ferrocarril que comenzaba su inexorable camino encima del cuerpo de la madre migrante.
“Por lo menos la pudieron detener o una operación o me la hubieran dejado en estado vegetal, pero estaría feliz con mi madre y no estaría sufriendo así”, exclamaba el pequeño Delsram.
¿Qué menciona el hijo mayor?
“Yo voy a sacar a delante a su familia, yo cumpliré sus sueños en el nombre de Jesucristo, servir en la Fuerza Aérea; sacar adelante a usted, a mi hermanito, a mi niña y a mi esposa. Honrando la memoria de mi madre”.
Ha aprovechado, el hijo mayor, para mandar un mensaje al Presidente Biden, en idioma inglés, lengua que su madre hiso que aprendiera para abrirle más puertas a su llegada a Estados Unidos, para que les ayude a llegar al suelo estadounidense en la casa de su tío.
Termina casi al punto del quiebre y del llanto el pequeño Delsram Torres Alemán: “todavía creo que es mentira lo de mi madre, creo que es una triste mentira o una pesadilla de la que no puedo despertar”.
Con Información de Comunicado