México.-La vicefiscal del condado Santa Cruz en Nogales, Arizona, Kimberly Hunley, aseveró el mismo día en que el tribunal hizo público un documento que ella entregó el 21 de febrero, en donde hizo la aseveración de que George Alan Kelly comenzó a disparar “de la nada” a las personas el 30 de enero, sin avisarles ni pedirles que se fueran.
Kelly, de 73 años, se encuentran enfrentando un cargo de homicidio en primer grado por la muerte de Gabriel Cuen Butimea, quien vivía justo al sur de la frontera en Nogales, México. Documentos de tribunales estadounidenses señalan que Cuen fue convicto de ingreso ilegal y deportado a su país varias veces, la más reciente en 2016.
Después, otros dos integrantes del grupo presentaron denuncias ante los cuerpos policiales, llevando esta semana a las autoridades a cambiar el proceso contra Kelly para incluir dos cargos de asalto con agravantes “utilizando un fusil, un arma mortal o instrumento peligroso” al disparar en su finca en Kino Springs, justo afuera de Nogales.
El documento de Hunley dice que los comentarios de Kelly contradicen lo que los miembros del grupo le mencionaron a las agencias policiales, y que las afirmaciones del hacendado han ido cambiando con el paso del tiempo.
“Kelly le disparó a un hombre desarmado por la espalda cuando estaba huyendo, además de dispararle a otros individuos sin aviso ni provocación alguna”, alegó Hunley en su registro, al argumentar en contra de brindarle libertad con el pago de una fianza de un millón de dólares en efectivo.
Escribió que el grupo “no representa amenaza alguna contra él ni contra su familia” y sin embargo, “les disparó repetidamente con un AK-47, alcanzando y matando a uno de ellos”.
La abogada de Kelly, Brenna Larkin, dijo que él no mató al hombre, pero él reconoce que horas antes, ese mismo día, disparó de advertencia por encima de un grupo de contrabandistas que encontró en su propiedad con fusiles AK-47 y mochilas.