México.-Eduardo Osorio Jiménez, joven migrante de 31 años de edad, cruzó a territorio de Estados Unidos (EU) en busca de trabajo, dejó en el municipio de Amanalco de Becerra, Estado de México (Edomex), a su esposa y tres hijos, además de su pasión por la música; desafortunadamente, cuatro meses después, el 22 de enero, en Pensilvania, una camioneta lo atropelló y murió en el lugar.
Ahora, su familia en el Edomex espera que las autoridades migratorias puedan hacer algo para darle sepultura en su natal Amanalco de Becerra.
Sin embargo, las malas noticias no terminan de llegar a la familia, ahora el consulado les informó que el trámite para el traslado del cuerpo de EU a México puede durar semanas, incluso meses.
Mientras tanto, su familia ya colocó un altar adornado con flores, cruces y fotografías de Eduardo, para recordarlo mientras logran que regrese a México para sepultarlo.
También esperan que sea localizado el responsable de la muerte, que escapó, dejando a Eduardo junto a su bicicleta en la que se trasladaba a su trabajo.
Familia espera cuerpo de Eduardo
Eduardo salió de su casa como muchos más que buscan en EU un trabajo con el que puedan dar una vida digna a su familia, pero el 22 de enero en Pensilvania, una camioneta lo arrolló y murió en el lugar.
Así, desde hace 17 días sus tres hijos, su viuda y su mamá esperan a que las autoridades migratorias puedan hacer algo para poder repatriar el cuerpo y darle sepultura en su natal Amanalco de Becerra, en el Estado de México.
Valentina García, esposa de Eduardo recuerda que del accidente le avisaron a su prima:
“Le avisaron a mi prima y en eso pues sí me entra la desesperación, yo me puse a marcar, le marqué, le marqué y le marqué y ya no contestaba, en cierto momento dije no pues sí entonces sí es cierto”, recuerda.
Eduardo tenía 31 años; se dedicaba a la música, actividad que dejó para migrar y dar una mejor calidad de vida a su familia.
Su esposa indica: “Era una gran persona, era músico con muchos sueños. Tomó el camino de decir que se iba para Estados Unidos y pues dejó la música, dejó todo por irse y pero pues lamentablemente ahora sí que ese propósito de los sueños le duro muy poco, los cuatro meses que tenía él allá le duro muy poco”.
El Consulado de México les informó a los familiares que el trámite para el traslado del cuerpo puede durar semanas o meses, y mientras tanto su familia ya colocó un altar con la intención de recordarlo y esperar a que puedan sepultarlo.
Sara Jiménez, abuelita de Eduardo ya quiere ver el cuerpo de su nieto: “Que Dios los ayude y Dios los bendiga a los que están haciendo ese trabajo de hacer lo posible de traer al cuerpo de mi nieto. Estamos aquí esperándolo por eso yo no he bajado a la Santa Cruz para allá abajo porque cuando él llegue voy a colocar la cruz y se la voy a llevar”.
Mientras, esperan que se localice al responsable que huyó dejando abandonado el cuerpo sin vida de Eduardo junto a su bicicleta en la que se trasladaba a su trabajo.
Con Información de Comunicado