México.-A pesar de los ataques de odio que sigue recibiendo Flor Amargo, ella está feliz, sabe quién es y la única manera por la cual continúa es porque “vida, solo hay una”.
La entrevista se realizó por zoom, ya que la cantante se encuentra “en mi pueblo” donde trabaja su próximo disco y mientras Infobae LGBT+ la acompaña en su desayuno, ella agradeció por tener un día gris, siendo que esos son los días que le agradan a la compositora.
Sin embargo, muchos momentos de su vida han sido grises, ya que ella trataba de encajar en un sistema binario, de la cual empezó a ver durante estos treinta años que había algo más.
De igual forma, el “Hate” lo ha recibido toda su vida, pero el trabajo que ha hecho para vivir tranquila “no ha sido de un día”.
“Un proceso de siempre aguantar burlas, acoso, rechazo, para mí el tema del ´Hate´ no es nuevo”, mencionó que “es un tema del que yo vengo, incluso mi familia no está preparade para esto, porque eso significa renunciar a mucho privilegio, pensamientos con los que te has venido cobijando de sin darte cuenta de quién eres”.
A su vez, señaló que uno de los retos más grandes de esta vida “es conocerte y es un reto que nadie quiere asumir, porque duele mucho, estamos en un sistema binario donde encajas o eres de los rechazados, vulnerables”.
Esta experiencia no es lejana, pues la cantautora confesó que le sucedió hace poco en Ciudad Juárez, donde alguien trató de golpearla.
“Nadie me había querido golpear en vivo y en Ciudad Juárez estaba caminando y de repente una mujer se acercó y quería pegarme y me recordó mucho cuando era niñe, era chiquite, en mi primer día de clases me quisieron golpear, o sea nadie”, confesó.
Esta experiencia no es lejana, pues la cantautora confesó que le sucedió hace poco en Ciudad Juárez, donde alguien trató de golpearla.
Esta experiencia no es lejana, pues la cantautora confesó que le sucedió hace poco en Ciudad Juárez, donde alguien trató de golpearla.
Con ese recuerdo, Flor comprendió que su alma “tiene tantos procesos que dar a elle misme y a los demás que va a ver muchos obstáculos, pero que yo prefiero irme de esta vida sabiendo que hice lo mejor, que me amé lo mejor que pude y que di lo mejor y lo más sincero y que abrí una puerta para otra persona, que también como yo, no sabía que existía una nueva manera de vivir, de amar, de aceptar”.
“Si ese es el motivo de mi existencia, venga todo el rechazo, el ´hate´´”, confesó.
En este aprendizaje, Flor mencionó que la gran maestra de la vida es la muerte, pues “en el momento de que tú sabes, reconoces que vas a dejar de existir. En ese momento aprendes lo más valioso que es vivir y vivir es aprender a relacionarte contigo, con los demás y con un poder superior, de una manera congruente”.
“Si yo digo que me amo o si yo trato mal a los demás, yo no me estoy amando. Si yo trato mal a los demás, yo no me estoy amando. Es decir, para mí es como aprender siempre de todo lo que estoy viviendo, en este caso en el proceso del ´No binarie´”.
Flor amargo hizo toda su carrera como mujer, peleó como mujer y vivió desde el rechazo hasta el acoso, pero un día, después de que se hizo un corte de cabello, se vio al espejo “y empecé a sospechar, hay algo que no está cuadrando en mí”.
A partir de que dejó que su pelo tomara su ser, se vistió más como ella quería y ahí se dio cuenta de que “ya no resonaba en mí el ser mujer”.
“El termino no binarie, para mí, fue lo que yo busqué durante tanto tiempo para lograr acomodar mis ideas, mi cuerpa, mi manera de tocar el piano, poderlo acomodarlo y dejarlo llevar”.
Ella se sinceró y dijo que no “había podido volar con ese rol de género y amo a las mujeres, soy lesbiane, me encantan las mujeres, todas mis novias me han sacado cosas diferentes: la primera me sacó el ser lesbiana, la segunda de no binarie”, siendo que la cantante las ve “como mis maestras”.
“Ni cuando fui mujer, estando como mujer aprendí, viví todo. Me revelé, pero la vida se trata de avanzar y para mí ese avance y ese proceso que necesité fue la transición: me amo trans y hoy me nombro no binarie”.
Flor Amargo recuerda que le llamaban niña o niño y con ello aceptó que vivió en una familia patriarcado, pero lo que más le causaba dolor era el no saber qué era. “mi mamá, en su manera de amarme, me hacía trenzas, haz muchos amigos, y yo creo que lo primero que tuve fue el amor de mi mamá, fue mi primer amor, y buscar la aprobación de mi madre llevó a escalar más”, señaló.
Aunque ese proceso la llevó a querer ser aceptada en todos lados, por ello prefería hacer todo para ser reconocida “y eso me llevó a la muerte, casi a morirme”.
“Esto del no binarie lo entendí hasta que estuve sole, me llegó una ráfaga y dije: esto es lo que siempre estuve buscando. Un pronombre que realmente haga vibrar toda mi alma”.
Y a pesar de que todo el mundo la crítica, pero ella les responde que “mi vulva no es de mujer, haga lo que quiera, yo me siento bien y me vale”. Ella hizo una carrera, tiene un hogar en donde vivir y tener con qué comer y con ello se siente “muy realizade, feliz”.
Próximo álbum, nueva Flor Amargo
Aunque ese proceso la llevó a querer ser aceptada en todos lados, por ello prefería hacer todo para ser reconocida “y eso me llevó a la muerte, casi a morirme”.
La música de los cincuenta, sesenta y su único estilo son parte de la nueva producción que espera que salga el próximo año, además de que este nuevo disco participa gente de la comunidad LGBT+ y a pesar de que le gusta laborar con heteros cis, “trabajaba con un macho”.
“Estaba tan internalizado mi machismo, patriarcado, que no me daba cuenta que el tipo era un macho, y el día de hoy en esta transición musical, corporal, de todo, estoy haciendo un equipo de trabajo, de gente de la comunidad, gente trans, como yo, y estamos formando un proyecto que es un disco que quiero que parte de las ganancias de ese disco sean donadas para personas en dificultad o en la creación de un hospital”.
Con su grabación ella no pretende buscar ser una rockstar y mucho menos revolucionar la música, simplemente quiere que sirva para que “otres seres” que busquen el camino y que en esa búsqueda “pueda seguir ayudando a las personas que lo necesiten”.
Flor recomienda que, si no se sienten cómodos, se regresen a su infancia y estudien lo que vivieron, pero si eso no es suficiente los reta a hacerse un cambio “experimenta miedos, rompe paradigmas, quita prejuicios, desaprende cosas, cuestiónate todo, soy mujer ¿por qué?, pero si esa respuesta no resuena en tú corazón es porque ahí no es. Tienes toda una vida para buscarle”, finalizó.
Fuente Agencia